Comenzó a succionar suavemente el glande, al tiempo que limpiaba el prepucio con la lengua de cualquier resto de orín. Bastaron un par de segundos en contacto con sus labios para notar como el enorme trozo de carne se iba endureciendo progresivamente. Para su sorpresa, las dimensiones del cipote del jornalero eran mucho mayores de … Sigue leyendo El momento del café (2 de 2) Inédito