A Berto la escena le recordó sin querer a su asistente, Marcos, un chico delgado de unos veintitantos años, tan eficiente como tímido. No tenía ni idea de si le gustaba la carne, el pescado o estaba a dieta. Era tan insulso como el oriental, aunque sin una gota de la feminidad que el actor … Sigue leyendo Vogue Dos de dos (Inédito)